La primera vez que me tomó de la mano
sentí sus dedos grandes, fuertes, ásperos
observé sus nudillos marcados, sus líneas, sus callos y ampollas
me dijo
¨si, tengo las manos un poco feas¨
yo me reí, porque estaba escuchando en silencio las historias que me susurraban los surcos a los costados de sus uñas.
Mis manos se escurrían entre las de él
aunque mis dedos son largos, delgados, y se hacen azúcar entre los suyos.
Mientras observaba sus manos pensaba
que con esas manos debió construir el mundo
o varios mundos
Estoy segura de que un día se levantó temprano, desayunó, se lavó la cara, respiró profundo, y comenzó a levantar de a poco, el universo entero.
Mientras me acaricia la cara siento
una energía creadora fluir desde mis ojos hasta la nuca
siento que tengo raíces en lugar de columna
y que tengo una golondrina haciéndome nido en la sien.
Ayer mientras dormía
construyó un patio de luz
en mi pecho.
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