domingo, 15 de julio de 2012

Resurrección

Cuando finalmente dejó el tiempo le entrara por los ojos,
cuando me dejó pasar y sentarme en su cocina,
cuando apaciblemente vació las armas, encerró a las fieras y levantó la mirada,

me observó como pidiéndome la vida,
me agarró tan fuerte que logramos entre los dos, detener la sangre de la herida
me abrazó como si quisiera cambiar su piel por la mía.

Mientras respiraba bajo escuchaba los latidos de tu corazón
y pensaba...

cuanto amor se necesitó para traerte de nuevo al amor.

Si me preguntan cuantas veces puede nacer un hombre en su vida,
pienso que las veces que haga falta.

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