En el mundo hay un segmento de la población que piensa que para escribir, hay que ser licenciado en letras.
Generalmente son los mismos que piensan que todos los que publican un libro son escritores, y están profundamente relacionados con aquellos que piden un libro para leer en la playa, y les da lo mismo leer a Galeano que a Sidney Sheldon. Muchas de estas personas, a su vez, son las que les dicen a sus hijos / nietos ¨esa maestra tuya no sabe nada¨ cuando el pibe llega con un 3 en una prueba, por que el título de docente ¨hoy lo tiene cualquiera¨. Estos también son los que no se quejan por pagarle $130 la entrada a un músico ¨de cámara¨ pero no van a un recital gratis en el parque ni por casualidad. Esta gente también está estrechamente relacionada con los que prefieren hacer un curso con alguien que ¨vino de Buenos Aires¨, en lugar de hacerlo con alguien de su ciudad, por que tienen una extraña manera de juzgar el nivel académico en millas viajeras, y son los mismos que se quejan de la gente ¨que viene a hacerse la américa¨ a nuestro país, y cada tanto tiran alguna palabra en defensa a los pueblos originarios.
Este grupo de gente suele ser muy amiga de los que prefieren comprarle a las grandes marcas por que descreen del trabajo artesanal hecho ¨más a mano¨, como si las máquinas de coser de Adidas las manejaran aliens,y estos por supuesto son primos/hermanos de los que compran más caro porque ¨si es más caro, debe ser mejor¨.
Es que la educación está muy devaluada, si puede ser, pero también es un hecho que a la ignorancia la invitamos a pasar todos los días. La paradoja educativa es tan grande, que en su afán de igualar, nubla la vista, y con su concepto new age de incluir, generaliza, generando así espacios muy chiquitos donde pasan dos o tres cosas, y el 80% de la gente piensa que allí termina todo.
El mundo cada vez más comunicado, es una de esas borlas de navidad de antes, en cuya cara frontal se dibujaba una escena pintoresca, y en su dorso la pintura dorada se caía a pedazos.
Generalmente son los mismos que piensan que todos los que publican un libro son escritores, y están profundamente relacionados con aquellos que piden un libro para leer en la playa, y les da lo mismo leer a Galeano que a Sidney Sheldon. Muchas de estas personas, a su vez, son las que les dicen a sus hijos / nietos ¨esa maestra tuya no sabe nada¨ cuando el pibe llega con un 3 en una prueba, por que el título de docente ¨hoy lo tiene cualquiera¨. Estos también son los que no se quejan por pagarle $130 la entrada a un músico ¨de cámara¨ pero no van a un recital gratis en el parque ni por casualidad. Esta gente también está estrechamente relacionada con los que prefieren hacer un curso con alguien que ¨vino de Buenos Aires¨, en lugar de hacerlo con alguien de su ciudad, por que tienen una extraña manera de juzgar el nivel académico en millas viajeras, y son los mismos que se quejan de la gente ¨que viene a hacerse la américa¨ a nuestro país, y cada tanto tiran alguna palabra en defensa a los pueblos originarios.
Este grupo de gente suele ser muy amiga de los que prefieren comprarle a las grandes marcas por que descreen del trabajo artesanal hecho ¨más a mano¨, como si las máquinas de coser de Adidas las manejaran aliens,y estos por supuesto son primos/hermanos de los que compran más caro porque ¨si es más caro, debe ser mejor¨.
Es que la educación está muy devaluada, si puede ser, pero también es un hecho que a la ignorancia la invitamos a pasar todos los días. La paradoja educativa es tan grande, que en su afán de igualar, nubla la vista, y con su concepto new age de incluir, generaliza, generando así espacios muy chiquitos donde pasan dos o tres cosas, y el 80% de la gente piensa que allí termina todo.
El mundo cada vez más comunicado, es una de esas borlas de navidad de antes, en cuya cara frontal se dibujaba una escena pintoresca, y en su dorso la pintura dorada se caía a pedazos.
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