miércoles, 25 de agosto de 2010

Carta de amor por si me muero mañana

De todas las historias que merecen ser contadas, deberé en este instante sacar esta a la luz, dejar que me guie el ruido inquietante que provocan en mis huesos tus pasos, llevar mis talones al mismo lugar donde juré una y otra vez escapar y regresar, olvidar y regresar.
Escribo una carta, declaro en la presente, no ser ya consiente del trivial temor de despertar un día sin saber quien soy, escribo esta carta por si me muero mañana, y no llego nisiquiera a rozarte con estas palabras, el corazón
escribo por si la respiración no me alcanza para levantar por última vez en tu cara, mi voz.

De blanca inocencia conocí en tus manos cicatrices profundas que años después vería tatuadas y de tan profundas, se hicieron herida en tu cuota de fe, dicen que nacemos con mucha esperanza, y a mi a veces me sobra lo que vos no podes ver, pero vivo un destino criminal y salvaje, son tus ojos tres de azucar en cada mañana, en cada café.
Yo escribo ahora porque se que no es tarde, y ahora hasta amo tu miedo y tu sinrazón, ya no solo soy culpable de un primario y aberrante dolor, ahora cuando puedo, y sin que te des cuenta, arreglo un poco el presente y te sueño un futuro mejor.

(...)

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